REPUGNANTE
-Éramos conmigo cuatro, siempre los mismos, siempre unidos para cualquier
aventura, pero ojalá no hubiésemos ido a ese lugar
-Joven, ¿de que lugar habla? Cuénteme más de eso
-no, no, no, NO, no quiero recordar, es malo recordar… Es horrible
-Ohh tranquilícese, es necesario, indispensable para ayudar a sus amigos
-Cualquier intento es inútil, ellos murieron y me los comí…
Todo comenzó cuando le regale un auto nuevo a mi amigo Eddie. Para
estrenarlo íbamos a hacer un viaje improvisado a cualquier lugar y para esto
recogimos a Salinas y a Bazán a sus casas; y sin tener rumbo fijo nos fuimos
por toda la carretera. Comprábamos ron, whisky, ginebra, cervezas, cigarrillos y
botanas, por supuesto también llevábamos drogas, un poco de marihuana y
cocaína para divertirnos. Propuse que lleváramos unas “amigas”, pero todos
tenemos, o teníamos novia y nos pareció inapropiado estar con mujeres
ajenas; llegamos al límite de un desvió que tomamos antes de llegar a “la
tinaja” nos adentramos con el auto entre los matorrales y llegamos a las ruinas
de lo que parecía una iglesia. Había una tormenta torrencial y decidimos pasar
a refugiarnos. No era esa la idea, pero iniciamos nuestra celebración ahí, de
más que consumimos todo lo que habíamos comprado, sentí pánico al entrar y
descubrir las figuras religiosas, observándonos, tal vez era por el efecto de las
drogas pero yo empecé a sentir que su mirada comenzaba a tomar vida, que
comenzaban a hablarme… a decirme cosas…
-¿Qué clase de cosas?
- No le puedo decir, era como una desprevenida espita abierta en el árbol de
todos los poderes, el que crece en la frontera entre la tierra de todo lo sabido y
todo lo sospechado
-Déjese de tonterías, cuando lo encontramos estaba rodeado de los cadáveres
de sus amigos ya con un aroma putrefacto de tanto tiempo que había pasado
-El hedor que percibía no era de los cadáveres putrefactos, sino el de los
recuerdos podridos, y eso era de algún modo peor.
-----MINIWA----

Comentarios
Publicar un comentario