RECUERDOS
Antes de entrar al preescolar mis padres buscaban buenos colegios para que
yo estudiara. Recuerdo que en una ocasión fuimos a ver uno que se
encontraba lejos de la ciudad y, como era de esperarse, era una gigantesca
casona de cantera; mi madre pasó a dirección a preguntar por el cupo y
papeles de admisión. No paso mucho tiempo y empecé a curiosear sin
alejarme mucho de donde estaba, me gustaba (y aún lo hago) imaginar que me
encontraba en un castillo lleno de brujas, monstruos y hadas, me sumergí tanto
en mis fantasías que me perdí entre los largos y confusos pasillos; recuerdo
que no había nadie, o eso creía, pues al final del pasillo había un hombre
anciano que me observaba con recelo y comenzó a acercarse a mi. Se movía
muy lento mientras se presionaba las costillas de lado derecho, su rostro era
tan pálido, me di cuenta que no tenía ojos, eran solo cuencas vacías, pero
sabía que me miraba, tras él dejaba un sendero carmesí y gemía gritos
ahogados de dolor.
El no dejaba de caminar, y yo no me podía mover, tenía tanto miedo. Al estar
frente a frente, el solo me traspasó no supe que paso después, solo se que por
esa razón no estudié allí.
Recordé esta historia porque mi sobrino vino asustado a decirme que su
escuela había sido un cementerio y había fantasmas. Le dije que no era
enserio, que siempre se dicen esas cosas para asustar a los más pequeños…
pero… ¡¿y lo que vi yo?!
----MINIWA--
RECUERDA QUE PUEDES MANDARME TUS HISTORIAS A MI CORREO ioyminiwa@gmail.com

Comentarios
Publicar un comentario